La teoría de cuerdas

La idea básica de la teoría de cuerdas plantea de forma muy original que las partículas materiales no son en realidad puntos, sino unas estructuras a modo de filamentos o cuerdas que vibran en un espacio-tiempo de más de cuatro dimensiones.
Esta teoría mantiene que dependiendo del tipo de movimiento que realice una partícula, se podría identificar como un fotón, pero que al cambiar su movimiento se vería como un electrón, un quark o cualquier otro tipo de partícula estandar.

El origen del universo

Uno de los enigmas que más obsesionan al ser humano es el origen de todo lo que conocemos. Planteado desde el rigor más científico, es inevitable que las teorías que tratan de darle una explicación coherente terminan de un modo u otro rozando la mística religiosa. Las dos teorías más aceptadas que postulan sobre el primer instante en el que se creo toda la materia y energía que existe en el universo son el Big Bang y la Teoría Inflacionaria, las cuales se complementan, dando al universo una antigüedad de más de 13.700 millones de años.

GPS

Con las siglas GPS se hace referencia al mundialmente conocido Sistema de Posicionamiento Global con el que se consigue en algunos casos determinar la posición de un objeto con un precisión de centímetros. Esta tecnología se basa en la recepción de las señales enviadas por 24 satélites del Departamento de Defensa de EEUU, los cuales orbitan sobre la tierra de forma controlada, cubriendo toda la superficie del planeta. Para un correcto funcionamiento, es necesario captar desde el receptor un mínimo de tres satélites con los que se realiza un cálculo por triangulación, obteniendo distancia y tiempo real de cada uno de ellos. Con esta información, los GPS actúan de calculadoras, interpretando constantemente nuestra posición en la superficie.

Rotación de la Tierra

Se denomina movimiento de rotación de la Tierra al desplazamiento que realiza sobre su propio eje. El giro completo del planeta se realiza en 23 horas y 56 minutos, a una velocidad de 1669 km por hora sobre la linea del Ecuador. Si nos situáramos en el Polo Norte, el movimiento de rotación sería en sentido directo, osea al contrario de las agujas del reloj. En su defecto, con nuestra situación en el Polo Sur, el movimiento tendría sentido retrógrado, en la misma dirección de las agujas del reloj.