La energía hidráulica
Antes de la era del vapor, las ruedas hidráulicas eran la mejor fuente de energía. A finales del siglo XVIII, el ingeniero John Smeaton, demostró qeu las ruedas en las que el agua pasa por encima, llenando cajones que hacen girar la rueda por gravedad, son más eficientes que las de paletas que se hunden en la corriente del agua. Hasta que en 1838, el ingeniero Benoit Fourneyron construyó una turbina de sólo 30 cm de anchura, que giraba a 2300 revoluciones por minuto. Hoy se utilizan turbinas para generar electricidad en todas las centrales hidroeléctricas.