El desierto del Sáhara, situado en el continente africano, está considerado el desierto cálido más grande del mundo, con una superficie de 9.065.000 km2. Estás dimensiones varían en ciclos regulares, extendiéndose y contrayéndose, haciendo que sus fronteras se modifiquen constantemente. Está compuesto en sus tres cuartas partes por grava, y el resto por arena y dunas.